¡Mi perro no sabe montar! Problemas de socialización en perros.

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Aunque a muchos esto les suene raro, a otros seguro que no tanto y es que no son pocos los casos de perros que no saben montar hembras a edad adulta.

Podemos aseverar que aproximadamente el 80% de los perros que de cachorros han sido aislados de su madre y sus hermanos, en su madurez no sabrán montar a una hembra.

Podemos saber estos datos gracias al desarrollo continuo de la ciencia que estudia el comportamiento animal: la etología.

Concretamente en los perros es significativamente importante desarrollar ciertos comportamientos aprendidos gracias a la relación entre cachorros, y de estos con su madre, que los estimula y modera.
Solo un 20% es heredado genéticamente, el resto depende de este aprendizaje y experiencias.
Ya que son animales gregarios, los perros necesitan culminar sus etapas de aprendizaje social, en las que, si lo hacen de manera más o menos exitosa, aprenderán a reconocer su propia especie tanto como otras, a comunicarse y a adaptarse a las situaciones de estrés o calma, sabiendo así como integrarse en grupo.
Pero si por el contrario no reciben este aprendizaje, muchos de sus comportamientos saldrán disparados en todas las direcciones o estarán contenidos provocando malestar en las relaciones del perro, sin saber a qué individuos se deben aplicar o en qué medida.

Cuando queramos adoptar a un perro desde cachorro y que esté temperamentalmente equilibrado, entonces tendremos que tener estos datos en cuenta:

·Seguimiento o conocimiento del estado y comportamiento de la madre, ella bombea sangre, linfa, hormonas, etc, a los cachorros, por tanto todo lo que sufra la perra, afectará al futuro temperamento de ellos.

·Tras el parto, entre la 3º y la 12ª semana aproximadamente (según la raza) se forja su temperamento en el llamado periodo de socialización del perro.

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·Nunca separar a ningún cachorro antes de que se cumpla este periodo, la madre les enseña a estar solos y desenvolver sus habilidades de sumisión y dominancia entre ellos mediante juegos, igual que a moderarse cuando se siente molesta por la comida o le duelen las mamas, por ejemplo.

·Es positivo que los cachorros jueguen a ser sumisos y dominantes, entrenando todo el repertorio en cada uno de los individuos. Es con estos juegos como desarrollan sus conductas sexuales y la consecuente respuesta adquirida ante ellas, descubren su fisiología, las sensaciones que provoca y como se desenvuelve cada uno de ellos en relación la grupo.

Es así como se forja un perro equilibrado desde bebé, que sepa usar su repertorio social y que adicionalmente en un futuro sepa montar hembras si lo desea. Cuando un cachorro es separado de su madre antes de tiempo no solo se puede dar el problema de la incapacidad de la monta, si no que puede ligarse a montones de deficiencias sociales, como no saber reconocer el juego, sentirse amenazado por situaciones, objetos o personas corrientes, no querer relacionarse con más individuos de su especie, etc.
Y todos estos problemas, debido al cacao mental que le producen al perro, pueden provocar situaciones de agresividad, por miedo o por no tener repertorios de sumisión.