La toxoplasmosis, gatos y embarazadas

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La toxoplasmosis es una de las enfermedades parasitarias más importante que afecta al hombre a nivel mundial.


Toxoplasma gondii es el coccidio causante de un cuadro clínico que varía dependiendo del estado general de la persona afectada, y aunque podemos decir que en el 90% de los casos esta infección es asintomática, algunas personas sufren daños irreversibles a causa de la toxoplasmosis.

Este parásito que busca un huésped concreto, viaja en forma de quiste a través de diferentes organismos y huéspedes intermedios para mantener su supervivencia hasta que alcanza el definitivo.

Los grupos de riesgo que pueden sufrir el cuadro severo de esta enfermedad son:
Personas con enfermedades inmunodepresoras, o bajo tratamientos inmunosupresores.
Niños y ancianos con las defensas muy bajas.
Embarazadas.

La sintomatología de la toxoplasmosis puede variar muy ampliamente, hasta el punto de que en el 15% de los afectados solo aparecen signos más característicos de una gripe, como inflamación en ganglios linfáticos, malestar general o dolor de garganta.
En personas inmunodeprimidas los síntomas serán más severos, pudiendo llegar a provocar desde fiebre, visión borrosa e inflamación o desprendimiento de retina... Hasta convulsiones y encefalitis necrótica.
En embarazadas, dependerá de la etapa de gestación en la que se encuentren. Si se infectan durante los 3 primeros meses lo más normal es que se produzca la muerte fetal.
Durante el segundo trimestre se pueden presentar varios síntomas como: inflamación del hígado o el bazo o signos clínicos relacionados con el funcionamiento de estos órganos, epilepsia, infecciones oculares e incluso parto prematuro.
En caso de que la infección se produzca en el último trimestre el bebé nacerá sano aunque con la toxoplasmosis latente. Con los años pueden aparecer deficiencias sensoriales y cognitivas en el niño, además de algunos de los síntomas mencionados anteriormente u otros como la hidrocefalia.

El riesgo de infección viene dado por la ingestión quistes de toxoplasma en carne cruda o poco cocinada, frutas y verduras sin lavar y con la manipulación de plantas, tierra, arena o el propio lecho del gato si no nos lavarmos bien las manos después.
La prevención entonces viene dada únicamente con un control en estas tres áreas, es decir, cocinar bien la carne, lavar bien frutas y verduras y tener una mínima higiene en trabajos de jardinería o similares utilizando guantes, haciendo especial incapié en embarazadas.

Gatos y embarazadas:

Como es conocido popularmente, los felinos pueden portar esta enfermedad sin sufrir sus sintomas pero los gatos, por ellos mismos no son portadores de la toxoplasmosis si no la adquieren.

La adquirirán de la misma manera que lo hacemos nosotros, por lo que es importante tomar con ellos unas precauciones similares, sin la necesidad de ponerle guantes o lavarles sus manitas después de usar su lecho de arena... No te preocupes, eso no será necesario, recuerda que ellos no sufren la enfermedad, lo haremos para prevenir el contagio si conviven con personas dentro del grupo de riesgo.
Evitaremos entonces que el gato salga al exterior y coma presas crudas o tenga contacto con heces de animales infectados.

Pero, ¿De qué manera nos puede contagiar el gato la toxoplasmosis?

Los gatos, como anotamos anteriormente, son portadores asintomáticos y el toxoplasma gondii lo aprovecha para transportarse en forma de quistes a un huésped de su gusto y mientras tanto, ahí está medio aletargado pero vivo, esperando su momento.
Yo me lo imagino como una especie de sala de espera o una discoteca...
-Ahí está el toxoplasma, esperando tan relajado, como adormecido (o haciéndose el tío guai), entonces... El gato defeca, se abre una puerta pero... Sigue esperando, hay que ser paciente en esta vida...-
Sabemos con certeza que el parásito se activa transcurridas las 48 horas en las deposiciones del gato y es entonces cuando podemos infectarnos.

¿Qué haremos entonces cuando una persona de riesgo conviva con un felino?
Bingo! Limpiar el lecho de arena diariamente, con guantes si es necesario, lavándonos las manos después y evitando que sean esas personas en riesgo las que lo hagan.

¿Entonces no corremos ningún peligro si seguimos estas indicaciones?
¡Ninguno! Bueno siempre pueden pasar cosas fantásticas e inesperadas, pero para eso no existe ningún remedio... No sé, quizá un niño te lance una caca de gato por la calle... ¡Tendrás que estar atent@!

¿No es necesario que me deshaga del gato?
¡Que NO! Un ser vivo nunca es de usar y tirar.

Y ya está...
Fácil, rápido y ¡para toda la familia!