A mi perro ¡no le gusta el pienso!

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Es típico escuchar a propietarios de perros decir cosas como estas
'Mi perro come comida casera por que el pienso no le gusta',
'Le doy carcasas a mi perro compradas en la carnicería y está sanísimo',
'Me da pena que coma pienso seco mientras yo como comida rica',
'Es que me mira con una cara' y un largo etc.

Hoy quiero contarte por qué pasa esto, qué problemas acarrea y qué solución podemos darle.


Problemática - Bien sabemos todos los compañeros de animales, que aunque tengan una dieta concreta y ajustada a sus necesidades fisiológicas, muy habitualmente optamos (como si fueran humanos) por darles alimentos caseros, con ingredientes muchas veces tóxicos o que por el contrario son beneficiosos para ellos, pero no tanto sin el refuerzo de una dieta base o que efectivamente, también se vuelvan tóxicos por la sobredosificación, como suele pasar con el calcio que puede provocar hipercalcemia o el azúcar. Por eso se dice popularmente que un perro se puede quedar ciego si le das chocolate y no es el hecho de que sea cacao el causante, si no del contenido en azúcar que puede provocarle diabetes, en la cual uno de sus síntomas graves puede ser la ceguera.
Quitando el problema de la toxicidad, la obesidad y de las enfermedades que pueden llevarles a sufrir a largo plazo, acostumbrar a nuestro perro a comer comida humana puede ser un grandísimo inconveniente en estados de convalecencia, hospitalización o cambios de dieta por úlceras, obstrucciones, intolerancias o alergias alimentarias, entre otras tantas cosas. Así que más vale prevenir e inculcarle el hábito de comer su propia comida y así no la rechazará y podrá llevar una correcta alimentación cuando más lo necesite.

Causas - Esta problemática empieza y acaba única y exclusivamente por responsabilidad del humano que suministra la comida, excepto en casos extremos o relacionados con patologías. Ningún perro por naturaleza preferirá una comida cocinada antes que otra por temas gustativos si no más bien por olfato, a no ser que hablemos de alguna pieza de caza cruda, habiendo el perro probado la sangre previamente.

Grosso modo esos son los inconvenientes que evitaremos si le acostumbramos a su propio alimento, sabiendo también que:

Alimentación canina - Recordemos siempre que el perro es un animal carnívoro, pero que puede variar su dieta en función de sus necesidades. Para esto, se crean piensos húmedos, rehidratables y secos específicos, unos de gama alta, otros intermedios y otros de gama baja, y como es lógico y normal siempre recomendaré gamas medias-altas intercalando húmedo y seco, evitando colorantes, conservantes y transgénicos en la medida de lo posible y con la frecuencia que sus deposiciones nos sugieran adecuadas. Si están muy duras, administrar más húmedo y con más fibra, y si son muy blandas, proteínas de mayor calidad y piensos generalmente secos.
En perros de talla grande o gigante es importante que cuidemos los detalles de este tipo para evitar dilatación-torsión de estómago, dada sobre todo en perros que engullen rápido*, que solo se alimentan de pienso seco (aunque no es el único motivo) y luego tragan demasiada agua.

Cambios en la alimentación - Si queremos realizar cualquier cambio en la alimentación de nuestro mejor amigo, lo haremos de manera progresiva, esto es introduciendo el nuevo alimento en pequeñas cantidades mezclado con el otro hasta que terminemos con el antiguo, depende siempre del perro, pero suele bastar con hacerlo durante una semana. Si no lo hacemos así podemos provocar problemas gastrointestinales y diarreas y con ello deficiencias en su metabolismo y malestar.
Por otro lado si lo que queremos es corregir la mala conducta alimentaria esto dependerá de algunos factores diferentes y sobre todo del motivo del cambio, si es simplemente por que no queremos que el perro 'pida' o aceche nuestra comida, o si lo que queremos es cambiar conductas agresivas relacionadas con el alimento.

Carne cruda - Suministrar carne cruda a nuestro perro no es nada malo si no basamos su dieta solo en ello. Siempre que las piezas hayan pasado los controles oportunos para su consumo humano, que llevemos un control de las desparasitaciones internas del perro y que estemos dispuestos a saciar sus instintos más puros en la vida cotidiana.
Y MUY IMPORTANTE: No le des nunca aves, estas tienen los huesos huecos (para ser más ligeras entre otras cosas) y al digerirlos se astillarán y pueden provocar obstrucciones, úlceras y dolores insufribles.

Y es que eso que se dice de que cuando un perro prueba la sangre se despierta su instinto, es algo totalmente cierto y puede traer consecuencias graves.
Imaginemos, por ejemplo a un sabueso cualquiera que haya probado la sangre pero que viva en la ciudad, debemos de cuidar mucho dónde soltamos al perro, pues si sopla el viento y trae un rastro o si es primavera y los pájaros están aprendiendo a volar y ve como caen, puede que perdamos al animal de vista, que incluso pueda provocar un accidente o que cace a otro ser vivo porque corra o vuele (con propietario o sin él) solo por instinto.

Sobras en las comidas - 'Pero es que ¡mira que cara que me pone!' Reclaman muchos compañeros de animales... Pero esto solo está en sus cabezas y han acabado por enseñarle al perro de qué manera dar pena a su dueño, este es el caso más típico de perros que adiestran a sus humanos.
Si nos molestamos en observar al perro desde sus inicios veremos que nos sigue a todas partes, exactamente igual a la cocina que al baño, por tanto no debemos pensar que cuando entra a la cocina solo quiere nuestra comida.

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Conducta alimentaria - El momento de comer para cualquier cánido es algo importante, son animales gregarios, con jerarquías, cazan en grupo, y en la manada de sus iguales, los machos más grandes y fuertes y las hembras más resabidas comen primero, el resto simplemente espera su turno dependiendo del lugar social que ocupe en el grupo.
Claramente en un hogar humano el que debe comer el primero debe ser el humano, así que el perro esperará según le hayamos enseñado a hacerlo, que puede ser con la incertidumbre o la certeza de que cederemos siempre o la mayoría de veces con dos pestañeos, o con la tranquilidad de que caiga o no algo, es un complemento extra a su dieta básica y que obtenerlo no depende de una pose o protocolo ensallado.
Es decir, si tu cedes tu comida a tu perro por su presión y no por tu iniciativa, puedes estar modificando su jerarquía social establecida.


*Existen ya en el mercado piensos con croquetas gigantes que inducen a los perros de talla grande y de carácter glotón como los retriever, a masticar el pienso para facilitar su digestión a la vez que causan el efecto de cepillado de dientes.