7/9/14

El chip que acabará con la experimentación animal

Tenemos el honor de presentaros el chip que acabará con la experimentación animal, eso si, siempre que los gobiernos y consumidores responsables lo respalden con leyes de protección animal, gestión en investigación y la financiación de laboratorios que lo pongan en práctica.

Desde el Wyss (Instituto de la Ingeniería inspirada en la Biología de Harvard) nos llega uno de los chips más revolucionarios para la ciencia, llamado 'lung-on-a-chip', en castellano: pulmón-en-chip; por el que su creador recibió en 2013 el premio del Centro Nacional del Reino Unido para la Sustitución, Mejora y Reducción de los Animales en la Investigación (NC3Rs).


Aunque ya sabemos que este descubrimiento dará para muchos más estudios científicos gracias a que su simulación es exacta y concreta de la bioquímica y mecánica de un órgano, se podrá por tanto adaptar a reproducciones de otros tratamientos en casos concretos, acelerar la salida de medicamentos al mercado, reducir sus costes en investigación y eliminar la vivisección.


"Creemos que nuestra 'respiración humana' pulmón-en-chip, y otros chips de órganos que tenemos en desarrollo, representan una primera oleada de nuevos y emocionantes enfoques alternativos a los ensayos con animales, que con suerte va a cambiar cómo se lleva a cabo el desarrollo de fármacos en el futuro ".

Donald E. Ingber
 


En contraposición a este chip tenemos la absurda vivisección animal, la cual cuenta con una tasa de fracaso de un 92% al aplicarse en humanos (FDA 2004). De la que cualquier científico de renombre rehusará, no solo por el hecho del maltrato animal, si no por datos como que el 98% de enfermedades humanas no han sido vistas en otros animales, o por ejemplo, aseveraciones científicas como estas:

"Algunos hallazgos muy buenos sobre el cáncer de colon en ratones, llevaron a pruebas clínicas en humanos que resultaron en un incremento del cáncer."
Dr. J. E. Green, Journal of the Nacional Cancer Institute.
 
"No valía la pena realizar la mayoría de los experimentos, y la información obtenida carecía de suficiente valor para ser publicada."
Harry Frederick Harlow (psicólogo y experimentador)

Volviendo al chip... El primer órgano-en-chip se creó en 2010, divulgado por la revista Science, con células pulmonares humanas, fisiológicamente conformado igual que un pulmón por canales de oxígeno y sangre, separados por una membrana flexible y sus correspondientes capilares. Esta reproducción tridimensional de un pulmón humano en un chip imita a la perfección las funciones y comportamientos bioquímicos
(ya comprobados) para proporcionar información sobre los efectos de las toxinas ambientales, la absorción de la terapéutica en forma de aerosol, y la seguridad y eficacia de nuevos fármacos.
Ya en 2012
Donald E. Ingber y su equipo consiguieron reproducir en un pulmón-en-chip un edema pulmonar (líquido en los pulmones) causado por toxicidad farmacológica en humanos, con el que lograron conocer la evolución exacta, identificando terapias preventivas, demostrando el agravamiento de dicha patología con el movimiento fisiológico de la respiración, estudiando el proceso con precisión y en tiempo real, que incluso les proporcionaba información acerca de la formación de coágulos, prácticamente imposible de estudiar en animales.

"Este premio ayuda a validar este nuevo enfoque radical en el escenario global, y para fortalecer nuestra determinación de trabajar con las agencias gubernamentales y compañías farmacéuticas que han estado apoyando nuestro trabajo para seguir este enfoque alternativo a la experimentación con animales."
Donald E. Ingber




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